jueves, 17 de septiembre de 2015

LA POESÍA ROMÁNTICA


TEMA 1 EL SIGLO XIX: EL ROMANTICISMO

 

1-   CONCEPTO DE ROMANTICISMO

 

El Romanticismo es un amplio movimiento que abarcó los más diversos sectores de la cultura y la vida europeas. La sensibilidad romántica se inicia en Alemania e Inglaterra a finales del siglo XVIII.. Si el siglo XVIII había proclamado el predominio de la razón y de la experiencia como fuentes de conocimiento, el Romanticismo exalta los sentimientos y la imaginación.

 

            Tuvo su origen en las complejas circunstancias políticas, sociales y culturales que se dieron en Europa:

 

1) Por un lado, el auge del Romanticismo a principios de siglo está estrechamente relacionado con el triunfo del liberalismo en Europa a raíz de la Revolución Francesa (1789). Este hecho  en Europa va a suponer la sustitución por primera vez del Antiguo Régimen y la sociedad estamental por la soberanía popular y la sociedad de clases: la posición en la sociedad de cada individuo ya no va a depender de su nacimiento sino de su dinero y el poder pasa a residir en el pueblo, quien elegirá sus representantes por sufragio. La nobleza es desplazada por la burguesía, que se convierte así en la nueva clase dominante.

 

            Por tanto, en la base ideológica de la Revolución Francesa están los principios políticos del liberalismo político, que es una ideología apoyada por la burguesía que defiende la existencia de libertades como  la libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, de reunión, , económica, etc. Propugna un sistema basado en el sufragio universal y en que la capacidad legislativa recaiga sólo en el parlamento.

 

            Los seguidores del Romanticismo eran con frecuencia jóvenes exaltados contrarios al Antiguo Régimen y que defendían la libertad del individuo. Sin embargo, muchos de ellos se vieron desilusionados cuando al burguesía alcanzó el poder pues ésta no llevó a cabo las transformaciones prometidas y adoptó posturas políticas muy conservadoras (sufragio censitario, recortes de las libertades, etc)

 

            2) Por otro, en los primeros cincuenta años del siglo se consolida la nueva sociedad burguesa capitalista que provoca en los románticos un sentimiento de rechazo al considerarla demasiado materialista.

 

                           2-TEMAS

 

La libertad: La libertad está en la base del pensamiento romántico. El Romántico salta por encima de la normas sociales y exalta la libertad individual. Por ello, les resulta tan atractivos personajes asociales como los piratas o los mendigos.

 

Individualismo: El hombre romántico tiene una conciencia aguda de ser distinto a los demás, por lo que hace de su yo el tema principal de su obra. En algunos casos, incluso llega a sentirse superior a todo lo otro, exalta sus emociones, que nadie puede comprender, su genio o su infelicidad, mayores que los de nadie. Desde el punto de vista del arte, es evidente que el yo del artista pasa a ocupar el primer plano de su creación

 

Desengaño: el hombre romántico siente una predilección especial por lo ideal: ansían la libertad absoluta, el amor absoluto, la belleza absoluta, etc y esto choca con una realidad que no está a la altura y que no da satisfacción a sus anhelos, lo cual le provoca un sentimiento de desengaño que a veces le conduce al suicidio.

 

Soledad: El romántico se aisla del mundo que no le gusta, lo cual justifica la preferencia por lugares solitarios como los cementerios.

 

Evasión: También para escapar de ese mundo en el que no encuentra cabida, el romántico se evade a otras épocas pasadas como la Edad Media o a lugares lejanos y exóticos como Oriente.

 

            El amor: Es el sentimiento romántico por excelencia. Suele ser un amor pasional que idealiza a la mujer y que acaba conduciendo a la desilusión cuando ésta no está a la altura de lo que le exige el romántico.

 

            Irracionalismo: Se niega que la razón pueda explicar por completo la realidad, lo cual explica la preferencia de los románticos por temas como lo sobrenatural, lo mágico y lo misterioso. Frente a la razón oponen el sentimiento y la imaginación.

 

            La naturaleza: La Naturaleza adquiere un papel que antes no tuvo: su descripción sirve como exteriorización de los paisajes interiores del artista: los bosques tenebrosos, los jardines abandonados, los crepúsculos o las tormentas reflejan su estado anímico. También hay abundancia de escenarios como los paisajes lúgubres y sepulcrales

 

                                               2- SITUACIÓN HISTÓRICA EN ESPAÑA

 

Las peculiares circunstancias históricas y políticas que atraviesa España durante el primer tercio del siglo XIX explican el tardío y extraño desarrollo que el Romanticismo tiene en la literatura español          La historia de España en estos años estuvo marcada por tres acontecimientos: la guerra de la Independencia (1808-1814), el reinado de Fernando VII (1814-1833) y el de Isabel II (1833-1868)

 

- Los numerosos errores diplomáticos de Godoy y las rivalidades entre Carlos IV y su hijo Femando conducen a la invasión francesa de 1808, con la que el Imperio napoleónico pretende extenderse hasta la Península Ibérica. El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se alzó en armas contra el ejército napoleónico instalado en España. Se iniciaba así la guerra de Independencia, que se prolongó hasta 1814.

 

La llegada de los franceses, que coloca en el trono a su hermano José 1, provoca la división entre los mismos españoles. Algunos ilustrados apoyan el nuevo régimen en la esperanza de que traerán por fin el progreso y las libertades a España. Son los llamados afrancesados. Frente a ellos se alzan otros muchos españoles, que, con la ayuda de Inglaterra, acabarán por derrotar al bando francés. La sublevación popular antifrancesa es agitada por los medios eclesiásticos y nobiliarios que ven peligrar sus privilegios y que tienen presente la Revolución Francesa.

 

Una vez terminada la guerra, Femando VII volvió al trono y derogó la constitución liberal promulgada en Cádiz en 1812 en plena guerra de Independencia. Así restituía la monarquía absoluta, tras lo cual se inició una persecución contra los liberales, que se vieron obligados a exilíarse.

 

En 1820 el comandante Riego se sublevó y obligó al rey a jurar la Constitución, iniciándose así un breve período de tres años 1820—1823) que terminó con una intervención extranjera que restituyó el poder absoluto del monarca. Las persecuciones arreciaron y muchos españoles tuvieron que exiliarse.

 

Con la muerte de Femando VII, muchos liberales volvieron a España. El país se divide en dos: se inicia la primera guerra carlista (1833-1 839), entre los partidarios liberales de Isabel II, hija del monarca y menor de edad, y los seguidores de don Carlos, hermano del rey, de tendencia conservadora. En 1843 Isabel II sube al trono

 

Tras la amnistía de 1833 los escritores exiliados (el duque de Rivas, Martínez de la Rosa, Espronceda) regresan a España, y con ellos penetra el romanticismo.

 

Mientras tanto, dada la minoría de edad de Isabel, ejerce de regente hasta 1840 su madre María Cristina. En este periodo se dan los primeros pasos hacia la instauración de un régimen liberal: reconocimiento de las libertades básicas, elección de las Cortes por sufragio, etc. Sin embargo, las diferencias entre liberales moderados y progresistas frenaron la amplitud de las reformas: por ejemplo, el sufragio tuvo siempre un carácter muy restringido (limitado en exclusiva a los hombres, sólo podían volar las personalidades preeminentes y los ricos que alcanzaran un determinado nivel de renta. Es el llamado sufragio censitario, por el cual nunca pudo votar en esta época más de un 4% de la población).

 

Entre 1835 (estreno de Don Alvaro) y 1840 el Romanticismo español alcanza su máximo apogeo.

 

No obstante, el tardío arraigo del Romanticismo en España y las características peculiares de la sociedad española hacen que el movimiento romántico español carezca de la consistencia e importancia del Romanticismo europeo. Si en los países más avanzados de Europa la nueva sociedad industrial genera una contradicciones que el artista romántico expresa angustiosamente en sus obras, la vida española, atrasada y mayoritariamente rural, no propicia el desarrollo vigoroso de este movimiento. El Romanticismo español adopta las formas del europeo, pero carece de su fuerza y hondura. De hecho es significativa la rápida instalación en el aparato estatal de la generación romántica que hace triunfar el movimiento en España: Martínez de la Rosa es nada menos que presidente del consejo de Ministros y otros muchos ocuparán cargos de embajadores, diputados, ministros, gobernadores, incluso los más avanzados como larra o Espronceda alcanzarán su acta de diputado. La figura del escritor romántico bohemio no se dará en España hasta más tarde

 

 

                                               3- POESÍA

 

La poesía, al ser el género dirigido a la expresión de los sentimientos, es el género que más se adecúa a las características del Romanticismo. La expresión de las ideas románticas (libertad, crítica social, individualidad) y de los sentimientos personales (amor, soledad pesimismo, etc) tienen en la poesía un excelente vehículo.

 

En la poesía romántica española se distinguen dos etapas. En la primera, que es más exaltada y superficial, situamos a José de Espronceda, y en la segunda, que es muy posterior (de hecho se llama posromanticismo)que es más intimista y melancólica, se encuentran Gustavo Adolfo Bécquer y Rosalía de Castro.

 

En la primera, aunque están los temas típicamente romáticos (melancolía, desengaño, la mujer ideal, los sepulcros, las ruinas, la noche,etc) falta en general la sensación de autenticidad y desgarro propia del yo romántico y, en muchas ocasiones, los poemas quedan lastrados por la tendencia a la retórica, a la grandilocuencia y a la mera repetición de tópicos.

 

                 Sin embargo, la segunda se caracteriza por una mayor autenticidad y un lenguaje más depurado poéticamente

 

                            3.1- GUSTAVO ADOLFO BECQIJER:

 

Vida

 

Bécquer nació en Sevilla en 1836. Era hijo de un pintor, pero muy pronto quedó huérfano de padre y madre. Vivió en casa de su madrina, en cuya bien surtida biblioteca desarrolló su afición a la lectura. Inició estudios pictóricos junto a su hermano Valeriano. Pero mientras éste se convirtió en un importante pintor, Gustavo, aunque no abandonó nunca del todo su gusto por el dibujo, probó otros caminos artísticos, como el de la música.

 

Ya por entonces había empezado a componer poemas y a los 18 años se instala en Madrid con la pretensión de forjarse una carrera literaria. Pero su situación económica era precaria, por lo que para sobrevivir tradujo a adaptó obras teatrales, escribió zarzuelas, escritos periodísticos, etc. Obtiene un cargo burocrático, pero es pronto despedido porque perdía el tiempo escribiendo y dibujando.

 

En su vida sentimental tuvo una relación fracasada con Elisa Guillén, que lo abandonó sumiéndolo en La desesperación. En 1861 se casó con Casta Esteban, con quien tuvo tres hijos. Los testimonios de sus amigos hablan de un matrimonio apresurado, contraído por despecho o desesperación, que no trajo a Bécquer la felicidad y consuelo que buscaba. Parece ser que Casta era una mujer vulgar que distaba mucho de ser la espesa ideal para un hombre como él, Es evidente que el matrimonio fue un mutuo error que no duró más de ocho años. No parece que Casta inspirara ninguna de sus Rimas.

 

Económicamente vivió una situación desahogada durante los últimos años del reinado de Isabel II, pues fue protegido por un ministro conservador, González Bravo, quien le proporcionó el bien pagado oficio de censor de novelas aunque perdió el trabajo en la revolución del 68. Se fue a vivir a Toledo con su hermano Valeriano y allí probablemente reescribió su obra poética, ya que el manuscrito se había perdido durante los sucesos revolucionarios de septiembre del 68.

 

Muere con sólo 34 años a finales de 1870, cuando convivía nuevamente con su mujer, tras el fallecimiento de su hermano Valeriano

 

                                                           3.2- Las Rimas

 

             Las poesía de Bécquer apenas vieron la luz en vida de su autor, pues sólo una pequeña parte fue publicada en periódicos de la época.

 

La primera edición fue publicada con el título de Rimas en 1871, al año siguiente de su muerte. Su éxito fue notable y las ediciones se sucedieron desde entonces. La primera edición fue preparada por un grupo de amigos, quienes dieron un orden que no se sabe si fue el deseado por el autor.

 

Las Rimas son 86 poemas de extensión variable, aunque abundan las breves. La métrica es muy variada, mostrando preferencia por la asonancia.

 

Los poemas se pueden dividir en cuatro grupos, dependiendo de sus temas:

 

1)       I-XI: sobre la poesía: Cuando Bécquer empezó a escribir, en España se cultivaba una poesía muy grandilocuente, con pretensiones filosóficas, poco dada al intimismo lírico. Bécquer rompió con esta tendencia y se interesó por la poesía como expresión de los propios sentimientos. Bécquer concibe la poesía como una forma de expresión de emociones íntimas o de sentimientos que están más allá del poeta mismo y que sólo esperan al escritor que sepa formularlos. Bécquer se aleja del Romanticismo declamatorio y estruenduoso, prefiriendo una poesía breve, nada grandilocuente, que sugiere más que dice.

Para Bécquer una de sus principales frustraciones es no poder expresar con palabras todo el caudal de sentimientos que fluyen por su interior

 

2) XII-XXIX: sobre el amor dichoso o ilusionado. El amor se identifica con la mujer, que resulta ser la expresión máxima de belleza, pero no es más que un ideal porque resulta inaccesible que se desvanece como un sueño.

 

3)       XXX-LI: sobre el amor desdichado. El resultado de la idealización no es otro que la desilusión y la soledad.

 

4)       LII-LXXVI: de temas generales como el dolor de vivir, la soledad, la angustia, la muerte

 

     La métrica es muy variada: desde estrofas tradicionales hasta combinaciones personales, pero hay un predominio de los versos cortos y la asonancia.

 

Es un estilo aparentemente natural y sencillo, pero por debajo hay una cuidadosa elaboración formal y todo tipo de recursos poéticos. Las imágenes se construyen casi siempre con palabras que aluden a realidades materiales, sensoriales. Por eso su lenguaje poético abunda en vocablos referentes a la naturaleza o a la música.